
México es uno de los países donde hay más mascotas por habitante. Se estima que 7 de cada 10 hogares tiene una mascota, de los cuales el 80 % son perros. Sin embargo, pese a esta preferencia por los canes, se calcula que solo el 30 % de propietarios realizan una adecuada desparasitación del animal, lo cual pone en riesgo tanto la salud del perro como de la familia.
La falta de preocupación por la salud de las mascotas pueden causar zoonosis (enfermedades causadas directamente por animales). En efecto, de los más de 1.400 patógenos humanos conocidos, más del 60 % son zoonóticos o transmitidos por animales. Las enfermedades parasitarias son las más preocupantes, debido a que atacan principalmente a poblaciones vulnerables como niños y ancianos.
En el marco del Congreso Nacional de la Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeñas Especies (AMMVEPE) que se realizó en 2019, los especialistas señalaron que la falta de higiene, un inadecuado manejo de las heces, la convivencia con animales infectados y la ausencia de control veterinario, son los principales factores que desencadenan que un animal contraiga los parásitos.
Entre los parásitos externos más comunes están las pulgas y garrapatas, agentes que se adquieren fácilmente en lugares públicos. La proliferación aumenta en primavera y verano, pues el calor y la humedad facilitan su reproducción. Además, estos agentes nocivos generan reacciones alérgicas cutáneas y son portadores de microorganismos potencialmente mortales. Estos podrían afectar tanto a animales como a personas con enfermedades cuyo tratamiento implica costos elevados.
Para tratar el problema, en primer lugar se debe seguir labores de prevención en cuanto a los parásitos internos de las mascotas. Para ello los propietarios deben acudir al veterinario y adoptar un programa de desparasitación de acuerdo con las características de la mascota. Los desparasitantes para perros eliminan nocivos y externos y previenen futuras propagaciones, por lo cual constituyen una herramienta necesaria, pero acompañada siempre de hábitos de higiene en el hogar.
El veterinario se encargará del control de la mascota para eliminar parásitos internos y externos. Este punto es el más importante, pues el contagio a los seres humanos se produce por zoonosis. Se estima que en todo el mundo hay unas 1,500 millones de personas infectadas, lo cual representa casi el 24 % de la población mundial. De este total, más de 700 millones son niños.
Asociaciones animalistas sostienen que hace falta una cultura responsable por parte de los propietarios para llevar a sus mascotas al veterinario cuando sufren de alguna infestación de pulgas o garrapatas, así como llevar un control para detectar la posible presencia de parásitos en el organismo.
Asimismo, el esquema completo de vacunación es mucho más efectivo que pagar las consecuencias de poner en riesgo tanto la vida de las mascotas como de la familia. Si los animales en casa están sanos, la familia también lo estará.