La DEA en Argentina: qué busca en Córdoba y cómo trabajan sus agentes en el territorio

“La DEA sigue considerando a la Argentina, y esto está en los reportes anuales de la Estrategia de Control de Narcotráfico, un país de paso de la droga”, explica el periodista y escritor Julián Maradeo, autor del libro La DEA en Argentina.

Investigador del rol de la Administración de Control de Drogas en el país, lleva años detrás del papel que cumple el organismo estadounidense en tierras nacionales. Sobre todo en provincias como Santa Fe o Córdoba.

“Pero, en los últimos informes, la DEA viene marcando que, año a año, Argentina empieza a crecer, sin tener un lugar relevante en el concierto mundial como productora de narcóticos. Se pone especial énfasis en los precursores químicos”, agrega.

Maradeo sostiene que, en la actualidad, Estados Unidos “está contento” con el gobierno de Alberto Fernández porque sostuvo una decisión de Patricia Bullrich para que las policías argentinas, tanto la Federal como algunas provinciales, mantuvieran la participación en el plan Uscap (Plan de Acción Conjunta de Seguridad Regional), que se desarrolla en Colombia desde 2013.

“Argentina no mandó al Uscap a ninguna delegación hasta 2017. Pero, desde ese año, se mantiene la participación hasta la actualidad”, explica Maradeo, y amplía: “Es importante porque ahí se brindan capacitación y técnicas de militarización, y porque además forma parte de una estrategia de homogeneización de toda la región”.

Fronteras

Sobre la peligrosidad de no realizar bien los controles en las fronteras, Maradeo afirma que Estados Unidos tiene la hipótesis, “fogoneada por la DEA”, de que en la Triple Frontera hay una célula orgánica y activa de la organización musulmana chií-libanesa-político-terrorista Hizbollá desde hace dos décadas.

“Pero hay muchos especialistas que, en cambio, sostienen que puede haber algún exintegrante o alguien que haya trabajado con ellos, pero no está Hizbollá”, advierte el periodista.

Julián Maradeo, autor del libro

El rol de la UIF

Maradeo cuenta que, en los últimos años, la DEA ha elogiado que la Unidad de Investigación Financiera (UIF), que investiga el lavado de activos, haya recuperado un lugar importante en Argentina.

“La UIF tiene íntima relación con Estados Unidos, por lo que lo vienen destacando. Sobre todo desde 2020, y también con el macrismo”, dice Maradeo, y advierte que antes de 2015 la situación era diferente.

“No había sido así durante el segundo mandato de Cristina Kirchner porque, en ese momento, la UIF había filtrado información confidencial, que había enviado Estados Unidos, para una nota de (Horacio) Verbitsky contra Francisco de Narváez en 2009″, explica.

Las relaciones con la DEA, como se dijo, fueron retomadas en 2015 y se sostienen hasta hoy.

Córdoba

“La DEA trabaja con Córdoba de una manera sistemática desde los gobiernos de (José Manuel) De la Sota”, asegura Maradeo. “Entre otras cosas, porque le interesan todas las provincias que, por diferentes motivos, puedan tener circulación de cargamento que vaya camino a Estados Unidos. Eso es lo importante”.

El periodista recuerda que De la Sota, en el año 2000, le ofreció al por entonces secretario de Comercio de Estados Unidos, William Daley, una amplia gama de negocios y le aseguró que a los inversores les exigiría “un certificado de la DEA”.

“La DEA ha trabajado sistemáticamente con la Policía de Córdoba, como con una decena de policías. Lo que sostengo, y me lo han dicho los propios estadounidenses, es que, en provincias como Córdoba, Santa Fe, Misiones, Tucumán o Jujuy, que trabajan intensamente, a ellos les interesa siempre todo aquello que potencialmente afecte a Estados Unidos”, remarca el especialista.

“Más allá de eso, y ante la falta de recursos, de capacitación o de acceso a equipamiento, eso a la DEA le permite simular un interés puntual en la problemática local para empezar a desarrollar o mantener un vínculo paralelo al que tienen con las fuerzas federales”, advierte.

La DEA en la calle

En épocas de Netflix, muchas series muestran a agentes de la DEA en territorio foráneo actuando por su cuenta en un país que no es Estados Unidos. ¿Sucede en Argentina?

“En esos países, como México o Colombia y Estados Unidos, el convenio les permite trabajar en territorio. El acuerdo con Argentina, que se firmó en la década del ‘80, solamente permite a los agentes de la DEA cooperar, por medio de cursos de capacitación, o compartir información. Es lo único que tienen permitido hacer”, explica Maradeo.

Policía de Córdoba contra el narcotráfico. (La Voz)

Pero el periodista cuenta algunas excepciones. Hubo casos como “Café Blanco”, en 1995 en Catamarca, donde Maradeo constató que hubo agentes en territorio. “Pero eso quedó lejano porque, lentamente, la DEA fue exponiendo cada vez menos a sus agentes a irregularidades de esas características que pudieran complicar las relaciones bilaterales”, asegura.

Con un detalle: “Lo que pasa es que no lo necesita trabajar en territorio, porque la mayoría de los policías, integrantes de las fuerzas de seguridad, ministros nacionales o provinciales, trabajan al compás de la DEA”.

Tres centros geográficos

En este momento, la DEA tiene tres centros geográficos en los que está interesado. “Uno es en Salta, del NOA; el otro es en Misiones, en el NEA, y el recientemente abierto de San Nicolás, que es muy cerca de Rosario. Aníbal Fernández no quiso, vaya a saber por qué motivo, que abrieran esa oficina de los grupos operativos conjuntos, que están financiados y comandados en las sombras por la DEA…”, revela.

Y agrega: “Cada mes, mes y medio, ellos visitan esas oficinas”.

Según el periodista, lo que hace la DEA “es operar, comandando en las sombras a través de cajas de dólares en negro y ejerciendo un real poder directo, y opaco, sobre las fuerzas federales”.

“Son grupos operativos conjuntos, interfuerzas, que fueron creados por Patricia Bullrich y sostenidos luego por Sabina Frederic y por Aníbal Fernández”, cierra.

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Author: Federico Giammaría

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